Conquista espirirual.

La admiración  de los españoles ante el esplendor de la capital del imperio azteca, el estupor de los indígenas ante los animales y las armas de fuego que traían consigo los teules, los enfrentamientos armados, las muestras de diplomacia de ambos bandos, las intrigas y divisiones al interior de la política hispana de conquista, el rencor de los pueblos tributarios por la explotación mexica, la habilidad de Cortés para aprovecharse de las situaciones coyunturales, la tenaz resistencia indígena y la perseverancia denodada del europeo. Pero más allá de la mera descripción de los acontecimientos, se hace necesario ubicar éstos en el ámbito ideológico propio de cada una de las dos culturas, tan ajenas una de otra, para tratar de acercarse lo más posible a la comprensión del comportamiento de los conquistadores y conquistados, que a la vez permita entender el proceso de formación de la etapa virreinal como toda su enorme transcendencia en la evolución histórica de México.
     En principio, la Conquista significó para los españoles una especie de continuación del prolongado proceso de reconquista efectuado en su propia tierra. La guerra santa librada durante siglos contra los moros herejes, en defensa de la religión cristiana debe de haber quedado fuertemente impresa en la conciencia ibérica, de modo que al venir a América, españoles y portugueses seguramente trajeron consigo aquella lucha como una herencia cultural profundamente arraigada. Santiago Apóstol, mismo santo protector que estuvo de acuerdo con las creencias de los españoles. les ayudó a vencer a los musulmanes, estuvo presente en la conquista del "nuevo mundo".

Santiago Apóstol. Empuñando una espada
para ayudar a los cristianos a vencer
los ejercitos indígenas.

La lucha de los ejércitos indígenas estaba dirigida por los "demonios" que veneraban como dioses. La idea central de combatir al demonio, representado, según los españoles, por los "ídolos" venerados por los indígenas, se agudizaba por el contraste en la manera como una y otra cultura materializaban las imágenes de la divinidad. Quetzalcóatl, con su forma de serpiente, recordaba a los españoles la figura adoptada por el demonio en el paraíso terrenal cuando, según la narración bíblica, hizo caer en pecado la primera pareja humana. Huitzilopochtli ( bautizado por los conquistadores como "Huichilobos"), con su sangriento ceremonial, provocaba el horror de los europeos, cumpliendo con ello el propósito original de los mexicas, de amedrentar a sus enemigos con las "guerras floridas" en honor de Huitzilopochtli. El contraste de la iconografía religiosa de ambas culturas confirmó en los españoles la creencia de que estaban combatiendo al demonio, en defensa del cristianismo; además, está idea permitía dar a la conquista un carácter redentor, con el autoconvencimiento de que había llegado a las tierras americanas para salvar a los indígenas, rescatarlos de las garras de "maléfico" y encauzarlos por el camino de la verdadera fe.
           Pedro de Alvarado cuando, al tratar de impedir la celebración de un ritual de sacrificio en el Templo Mayor, atacó con fuerza a los mexicas ahí congregados, realizando una terrible masacre, en la que se derramó mucha más sangre de la que se hubiera vertido en la ceremonia indígena. También Cortés fue invadido por ese celo religioso; desde su llegada a las tierras mesoamericanas, en varias ocasiones estuvo a punto de provocar la ira de los indígenas que lo recibían pacíficamente, o que después de vencidos se presentaban ante él para reconocer su derrota, porque quería destruir sus cues (templos) y derrumbar sus "ídolos" para reemplazarlos por una cruz o por una imagen de la Virgen María. Las sensatas intervenciones de fray Bartolomé de Olmedo, el sacerdote que acompañó a la expedición, evitaron varias veces enfrentamientos innecesarios al convencer a Cortés sobre la inconveniencia de atentar contra las creencias de los indígenas e imponerles símbolos cristianos, sin haberlos evangelizado antes. No obstante, Olmedo no pudo impedir que en Cempoala se destruyeran representaciones de las divinidades totonacas..

    La Iglesia, con un poder incuestionable, se había corrompido como institución, de ahí que el proyecto de la venta de indulgencias haya representado el acontecimiento axial que impulsó a la Reforma protestante, la que trajo como consecuencia la división de la cristiandad en católicos y protestantes. En su momento nadie imaginó que la rebelión iniciada por Martín Lutero contra de la iglesia llegaría a herirla hasta lo más profundo, provocando una división que continúa vigente hasta este nuevo milenio.

      La necesidad de evangelizar América
De ahí que la Iglesia se haya visto en la necesidad de organizar una Contrarreforma, y en busca de las alternativas que revitalizaran su poder fragmentando, la institución volvió su mirada hacia el Nuevo Mundo, considerado que la población natural había estado alejada del Evangelio, Por ello se aprobó el proyecto de evangelización
.Se llama evangelización al proceso de cristianización e integración de los indígenas al mundo europeo u occidental, por medio del cual los frailes enseñaron a los indígenas la religión católica, la lengua castellana a las costumbres españolas, pero a cambio de estos beneficios, los indios tenían que trabajar para los conquistadores.
El proceso de evangelización se conoce también con el nombre de "conquista espiritual" pues junto con los conquistadores llegaban los misioneros que realizaban la conquista ideológica, predicando la humildad y la resignación que resulto en el sometimiento del indio a la dominación española.
La evangelización representa la justificación de la empresa de colonización, Dios enviaba a los conquistadores y frailes a enseñar a la verdadera religión a los indígenas. Es por esta razón que fue el Papa Alejandro VII quien por medio del patronato Regio, otorgó las tierras descubiertas a los monarcas españoles y portugueses, con la condición de que evangelizaran a sus habitantes.
 Los misioneros aprendieron las lenguas indígenas, elaboraron diccionarios y gramáticas y utilizaron la expresión ideográfica y las representaciones teatrales para llevar a cabo la evangelización.
Fueron cronistas de la conquista defensores de los indígenas e investigaron la historia de sus culturas. Fray Bartolomé de las Casas, por ejemplo, organizó una campaña para denunciar las masacres y atrocidades que cometían los españoles contra los indios.
Fray Bernardino de Sahagún reconstruyo la historia de las  culturas conquistadas con ayuda de sus informantes indígenas.
Fray Toribio de Benavente escribió la obra titulada "Historia de los indios de la Nueva España". Fray Juan de Zumárraga protegió a los indígenas de los excesos de la Primera Audiencia. Pero no todos los misioneros protegieron y ayudaron a los indígenas, también hubo quienes los obligaban a convertirse a la nueva religión por medio de la violencia y la aplicación de crueles castigos. Destruyeron templos indígenas, códices, ídolos y pinturas alegando que eran manifestaciones salvajes.

Términos muy usuales, de los cuales se tienen por lo general
una idea deformada muy diferente a su auténtico significado
teológico e histórico


La jerarquía de la Iglesia se encuentra en las manos
del Papa, el cual ejerce su autoridad sobre el clero regular y secular.


 Órdenes monásticas que se establecieron
en la Nueva España.


Función social de la Iglesia en la Nueva España
La función de la Iglesia no fue únicamente evangelizar, ya que los frailes trabajaron para proporcionar una educación integral que ayudara a los naturales en su adaptación a la nueva sociedad. Para los indígenas fue difícil iniciar una nueva vida, en la que las costumbres eran del todo diferentes a las que se practicaban en todo Mesoamérica. Y precisamente en esa transición en la que los religiosos colaboradores para defender los derechos de los naturales como recién iniciados en la fe cristiana. Sin embargo, también llegaron a la Colonia individuos que lejos de pretender trabajar en la evangelización, vinieron a abusar de la población y enriquecerse, manchado el trabajo de algunos fieles notables.
A fines del siglo XVI llegaron a la Nueva España clérigos ávidos de riquezas y de poder. En 1571 se estableció la " Santa Inquisición" o “Tribunal del Santo Oficio” fue creado en Verona, Italia en 1185, cuando la Iglesia decidió tomar una acción directa contra aquellos que realizaron actividades que pusieran en peligro el cristianismo, juzgaba a los herejes y a todos los que cometían cualquier falta contra la iglesia. Posteriormente S.S Gregorio IX, autorizó la creación del organismo, siendo dependiente de la autoridad pontificia. Su objetivo principal fue evitar cualquier hecho que se opusiera a la práctica del cristianismo católico. La ley protegía a los indígenas de este terrible tribunal, pero se crea una atmosfera de terror en todo el territorio, que detuvo el avance de la ciencia y el pensamiento.

Hechos que perseguía El Tribunal Del Santo Oficio.
Herejías. Por lo general las perosnas confunden herejía con ateísmo, sin embargo, las primeras son basicamente interpretaciones erróneas de la Santa Escritura. Entre las más conocidas , se encuentran las siguientes:
              ° ArrianismoEsta causa fue creada por Arrio, quien se atrevió 
a dudar de la divinidad de Cristo, al rechazar la Unión Hipostática, que es la reunión de la naturaleza divina y biológicamente en una persona. De la práctica de esta herejía surgieron las sectas que no creen en Cristo como Hijo de Dios.
Arrianismo
              Patripasianismo.  Es otra herejía establece la inexistencia de Cristo, ya que afirma que Dios Padre se encarnó a sí mismo y fue sacrificado. No obstante en varias ocasiones en el Nuevo Testamento Cristo a firma su especial relación con el Padre, al afirmar que ambos son uno solo, y que nadie llega al Padre si no es por él. 
Patripasianismo o sabelianismo
              Montanismo. El montanismo es una herejía creada por Montano, quien estableció que no era posible el perdón de los pecados cometidos después del bautismo, lo cual es una tremenda equivocación debido a que Cristo hace énfasis en el perdón de los pecados mediante la confesión.
           Eutiquianismo. Fue creada por Eutiques, y establece inexistencia del Espíritu santo, lo cual también es un error, considerado que en múltiples ocasiones hay referencias al Espíritu Santo en la Sagrada Escritura.


Iluminados. Se llamaba de este modo a quienes se decían influenciados por las corrientes del pensamiento de la Ilustración, o Siglo de las Luces. A tal grado llegó la intolerancia contra los “iluminados”, que para traer las obras de connotados autores europeos había que disfrazarlas como si fueran Bíblias, o en algunos casos, llegaron a ocultarse dentro de trozos de carne fría.
Su símbolo es un ojo que representa “el ojo que todo lo ve”,
y está encima de una pirámide, todo ello dentro de un círculo

              Rechazo a los judíos. También se rechazaba a los judíos, quienes evidentemente consideran a Cristo como un sedicioso y un insurrecto contra Roma. Hay que resaltar el hecho de que los judíos inventaron que a pesar de la vigilancia en el sepulcro de Jesús, sus discípulos habían hurtado el cuerpo; de esta forma negaban la resurrección.

              Prohibición del Protestantismo.  Además estaba prohibido que llegaran a las colonias todo tipo de protestantes, ya que la Iglesia consideraba que el cisma que representó la Reforma protestante no había sido restaurado del todo por la Contrarreforma; así que el hecho de ganar las almas de los naturales en América, representaba la oportunidad de recuperar cuantitativamente a quienes habían adoptado alguna forma del protestantismo.

              Blasfemias, demonolatría y otros hechos. También se castigaba la blasfemia, que es una ofensa a Dios; la demonolatría, que es la adoración del maligno y la hechicería que es la práctica de conjuros adotropaicos que se buscan el mal.

   La apostacía también estaba prohibida ya que es una forma de abjurar o rechazar a Dios. Cualquier tipo de adivinación también era castigada, debido a que el principio de predestinación y el conocimiento del futuro es un don de Dios. También había castigos contra los adúlteros, como una maneta de elevar el principio del matrimonio, así como cualquier otro hecho que escandalizara la moral de la época. Los relapsos de la fe mosaica eran perseguidos, ya que se trataba de judíos conversos, los que al pasar el tiempo volvían a practicar sus creencias originales. Todos los actos anteriores son algunos hechos que perseguía la Inquisición. 
EL PROCESO INQUISITORIAL.  El proceso que seguía el Tribunal del Santo Oficio para determinar la inocencia o culpabilidad de quienes se sospechaba que habían cometido una gran falta contra la fe cristiano-católica, constaba de lo siguiente:
         º Secreto.  Toda denuncia debía realizarse de manera anónima, con el fin de proteger a quien por temor de recibir represalias no fuera capaz de delatar a un personaje importante. Sin embargo, esto también fue causa de muchas injusticias, ya que en diversas ocasiones se realizaban sin que el o los inculpados tuvieran conocimiento de los hechos o conductas que se imputan; mientras que los testigos rendían sus declaraciones en el más severo secreto. Además, los procesados eran amenazados de tal forma que si declaraban en la sociedad algo relativo al Santo Oficio se les volvería a abrir otro proceso.
         º Presunción de culpabilidad.  De la forma en que se considera en nuestro sistema judicial, el o los procesados eran presumiblemente culpables hasta que no comprobaran su inocencia. Por ello el Tribunal intentaba a toda costa obtener una confesión del presunto responsable, antes de pensar en la posibilidad de su inocencia.
         º Juicio a menores.  Los niños en cuanto eran catequizados, adquirían conciencia de lo que era permitido o castigado, por lo que la edad mínima para entrar en proceso era de 14 años para los varones y 12 para las señoritas, la diferencia de edad se debe a que el desarrollo femenino es más rápido que el masculino.
         º Ejecución de penas contra los ausentes.  Cuando por alguna razón el presunto responsable tenía la posibilidad de escapar y lo hacían,  ésta era una señal que confirma su culpabilidad. De ahí que fuera sentenciado automáticamente in absentia. Se acostumbraba realizar figuras rústicas que representaban a los culpables, a las cuales se les aplicaba tormento, llegando incluso a realizar con ellas autos de fe,  que era la pena máxima del Tribunal, y consistía en ser quemado vivo, salvo que en último momento aceptaran a Cristo como su salvador, por lo que en acto “piadoso”, se decretaba muerte por garrote y fuego al cadáver, lo que representa que al condenado se le amarraba el cuello a un madero y una palanca de madera, a la que se daba vuelta fracturando las vértebras cervicales y ocasionando una muerte instantánea. Si el condenado se resistía a esta última prueba, se les aplicaba fuego para que muriera quemado. Aunque algunos inquisidores insistían en la idea de que los condenados morían realmente de asfixia por el humo que provocaba el fuego.
 
La imprescriptibilidad de la acción.  Esto significa que de las condenas ejecutadas por el Tribunal, no tenía salvación ni los muertos. Si por alguna causa algún muerto era involucrado en un proceso y su culpabilidad era menor, entonces sus restos eran exhumados para dejarlos insepultos. Pero si la pena era mayor, se procedía a la excomunión, a la exhumación y a la incineración pública de los mismos, sufriendo sus herederos además de la vergüenza de ver manchado el nombre de su antepasado, la confiscación de bienes materiales para que la penalización fuera más severa.
        Prueba de indicios.  Un hecho que se consideraba como evidencia de culpabilidad era que hubiese pruebas de que en algún momento público o privado, el involucrado hubiere expresado su confianza hacia alguien que fuera considerado como hereje. En tal situación, sólo eran necesarias algunas personas que tuvieran la bajeza de culpar por algún recuerdo o varias personas, las que en caso de persistir en sus posturas y de no confesar su culpabilidad a pesar de haber recibido tormento, se consideraban culpables, y por tanto eran sentenciadas a un auto de fe,  de los que nos hemos referido antes.
        Los testigos forzados.  Si alguna persona era requerida como testigo en un proceso debido a que alguna declaración lo hubiere involucrado, tenía la obligación de colaborar con el Tribunal, ya que de no hacerlo, se podía sospechar que pretendía ayudar al procesado con su silencio, y convertirse también en presunto responsable. En ese sentido, también podía ser obligado a pagar culpas ajenas.
Auto de fe.

        El mayor agravio.  Un hecho que representaba quizás una de las mayores injusticias del Santo Oficio, era que durante su proceso el presunto responsable, nunca se enteraba de quiénes lo habían involucrado en un hecho de culpabilidad, ni tenían la posibilidad de que al crearlos quedara al descubrimiento una falsedad de declaraciones.
         Tormentos.  Eran muy diversos y dependían de la culpa del procesado y el criterio del inquisidor.
        Tormento a los testigos.  A pesar de acudir voluntariamente a testificar, si el inquisidor percibía la posibilidad de que existiera alguna falsa declaración, entonces tenía autoridad para someter a tormento al interrogarlo, hasta que tuviera la idea de haber llegado a la verdad.
         Los espías y familiares.  Para obtener declaraciones verdaderas se disponía de espías, los cuales eran introducidos en diversas situaciones en que algunos exprocesados se presentaban para cumplir con la función de traidores. Los familiares en cambio eran personas que disfrutaban de amplia confiabilidad y prestigio social, de ahí que recibieran el cargo honorario de familiares, lo que significa que buscaban posibilidad para denunciar a cualquier persona, para lo que realizaban pláticas especiales.
La Corona Española empezó a tener miedo y desconfianza del creciente poder de las órdenes religiosas. En 1555 prohibió que las comunidades religiosas adquirieran tierras.

Algunos instrumentos de tortura en la Santa Inquisición 

Máscara Infamante
El instrumento que satiriza a su portadora con orejas de burro
y una pieza metálica que le impedía comer o hablar, con
lo que manifestaba la peligrosidad de los pecados.
 La cuna de Judas
Instrumento en el cual se sujeta al prosesado(a) y se le deja caer sobre 
la punta de la pirámide para lesionar el ano o la vagina de
acuerdo con las instrucciones de los torturadores.

El potro
Se sujetaban las extremidades del presunto responsable
y se le estiraba hasta que ofrecía una confesión.

Aplasta cabezas
Instrumento en el cual se colocaba en la barbilla
en la parte inferior, mientras que el casquete era
deslizado hasta provocar la muerte.
Desgarrador de senos
Eran unas pinzas las que generalmente se aplicaban
al rojo vivo para quemar y desgarrar los senos femeninos.
La pera
Oral, rectal o vaginal se introducía en tales partes del cuerpo, y allí se iba
abriendo y desgarrando por medio de un tornillo. La pate del cuerpo
afectada quedaba irremediablemente dañada, pues las puntas que sobresalen del
extremo servían para desgarrar a fondo la garganta, el recto o el útero.
La finalización de la Santa Inquisición.  El 1810 Napoleón Bonaparte era el personaje con mayor prestigio y el poder en Europa, al invadir España, dejó en el trono ibérico a su hermano José. En estos tiempos de cambio para la península ibérica fueron el presagio final para el Tribunal de la Fe.
De forma que el Tribunal de la Fe, como también se le conoció, uno de los más vergonzosos errores de la Iglesia a través de la historia desapareció, dejando el recuerdo de las injusticias que cometió.


Palacio de la Inquisición